A principios de los años ochenta y
durante toda la década del final de la guerra fría la comunidad internacional
creía que Hollywood se había hecho realidad, armas laser, posibles combates en
el espacio… todo lo que se veía en las películas podía ser cierto.
Detrás de esto se escondía una cierta
verdad, los servicios secretos de Estados Unidos estaban muy alarmados, los
soviéticos (supuestamente atrasados tecnológicamente) estaban desarrollando un
carro de combate con cañones laser.
Aunque el sistema no era más que un
intento muy avanzado tecnológicamente para suprimir los objetivos ópticos y
electrónicos de las armas occidentales, la tecnología usada era un haz de laser. Esto hacia que los soviéticos
estuvieran más de una década por delante en este campo.
El 1K17 Stiletto era un carro que portaba
una torre con los cañones/proyectores laser, empezó a construirse el prototipo
en 1990 y su entrada en servicio para el ejército Rojo se programo para el año
1992. Los desarrolladores de la idea recibieron varios premios durante sus
investigaciones al ser tan punteras en este campo. Aprovechando el chasis de un
carro de combate T-80 montaban el dispositivo laser.
Por desgracia la caída de la URSS acabo
con el proyecto. La falta de un presupuesto elevado para el nuevo ejército Ruso
suspendió muchos programas, entre ellos los más caros, entre los que se hallaba
este. Se conserva el prototipo en el Museo de Tecnología Militar, en las
cercanías de Moscú.
En 2017 el ejército ruso dio a conocer
que tenía una nueva arma que era capaz de cegar a los carros de combate
enemigos, estaba basado en este proyecto, un cuarto de siglo más tarde de su
abandono volvió al ruedo militar.
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